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Wendy Sherman, una gira de Turquía a España, Marruecos, Argelia y Egipto. (Foto: @DeputySecState)
Wendy Sherman, la visión estratégica en el drama de Ucrania
La número dos del Departamento de Estado de Estados Unidos, una mujer extraordinariamente inteligente y llena de energía a sus 72 años, puso en manos de Antony Blinken y el presidente Joe Biden las claves del drama de Ucrania.
La vida profesional de Wendy Sherman, de 72 años, conocida en el Departamento de Estado como Silver Fox (el zorro plateado, el nombre que acuñaron los iraníes al verla actuar en la mesa de las negociaciones), ha tenido dos etapas muy diferentes. Pero con un hilo conductor, el de su agudeza en los análisis y su liderazgo innato. Una mujer que escucha con atención, analiza y disecciona los problemas, y toma decisiones de inmediato.
Inicialmente dedicó sus estudios y sus inicios profesionales al trabajo social, como activista y organizadora comunitaria en su Maryland natal. Fue fiel al ejemplo de su padre, un agente inmobiliario judío que perdió su negocio tras intentar acabar con prácticas racialmente discriminatorias en Baltimore.
"El valor puede cambiar las cosas y marcar la diferencia, pero tienes que estar preparado para pagar un precio", ha acuñado Wendy Sherman. En sus memorias recalcó las herramientas que aprendió y desarrolló para su trabajo. Siempre ha subrayado que es fundamental "entender las relaciones interpersonales y cómo la gente piensa, siente y tiene distintos intereses".
Inicialmente, después de estudiar en la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Maryland, ayudó a niños en Baltimore que necesitaban cuidados especiales de educación. Como asistente social en la década de 1980, hizo grandes esfuerzos pra salvar a niños que había sufrido abusos.
Emergió entonces su fuerte personalidad para cambiar el sistema. Fue contratada como directora de una oficina estatal de bienestar infantil y forjó entonces una gran reputación de gestora en cuestiones esenciales para el bien común.
Sus logros la llevaron a su segunda vida, la dedicada a la política y a la diplomacia, a la que destina todas sus energías.
Del trabajo social poco a a poco se zambulló en la política. De cargos locales como directora de Emily’s List (una organización que respalda a candidatas demócratas) y presidenta fundadora de la Fundación Fannie Mae, a jefa de personal de una congresista, mánager de su campaña al Senado. y desembarco finalmente en la Administración Clinton. Fue consejera del Departamento de Estado de los Estados Unidos de 1997 a 2001.
Bien pronto Wendy Shermana comprendió que lo importante no es utilizar tu propio poder sino asumir tu responsabilidad. "Cuando te sientas en la mesa de negociaciones eres Estados Unidos, no Wendy. Si sabes eso y lo usas importa más que el hecho de que sea una mujer".
Ha sido asesora especial del presidente Bill Clinton y de la secretaria de Estado Madeleine Albright, y coordinadora de políticas ante Corea del Norte. Tuvo precisamente un papel decisivo en las negociaciones relacionadas con los programas de armas nucleares y misiles balísticos de Corea del Norte.
A las órdenes de Hillary Clinton y John Kerry ejerció como subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos de 2011 a 2015. Fue la cuarta funcionaria en la plana mayor en el Departamento de Estado de Estados Unidos. Wendy Sherman intervino como la principal negociadora del acuerdo nuclear con Irán.
Wendy Sherman quedó muy marcada en las cruciales conversaciones con Irán. Quienes asistieron a aquellas conversaciones no quisieron estrechar su mano. Wendy les recordó que era la misma experiencia que tuvo creciendo junto a hombres judíos ortodoxos.
En esas negociaciones crítcas, al llegar a un momento de bloqueo, rompió a llorar. Lloró amargamente por frustración. Impactó a los iraníes y desbloqueó el punto muerto de colapso.
"Se supone que las mujeres no pueden enfadarse pero pueden llorar", explicó Wendy, casada con un antiguo periodista del National Review, Bruce Stokes. Madre de una hija y abuela de dos nietos. Aquella mujer tan sibilina, aguda, humana en sus reacciones, tremendamente sincera, y muy dura, impactó profundamente al equipo negociador de Irán. La retrataron como un zorro, el apodo que le quedó por su pelo blanco, siempre impecable.
Antes de volver a la Administración, esta vez con el presidente Joe Biden, ha sido profesora en Harvard. Y ha sido muy tajante en sus juicios. "Todos, y en particular las mujeres, tenemos que acostumbrarnos al poder y a nuestro propio poder".
En enero de 2021, Joe Biden anunció formalmente su designación como subsecretaria de Estado de los Estados Unidos bajo la dirección de Antony Blinken. El 11 de marzo de 2021, su nominación fue examinada por el Comité de Relaciones Exteriores del Senado. El Senado confirmó su nombramiento el 13 de abril de 2021 y asumió el cargo al día siguiente. Desde entoces su rol es esencial como número dos del Departamento de Estado.
En la actual crisis de Ucrania, ha sido fundamental para el presidente Biden el trabajo de Anthony Blinken y Wendy Sherman.
Fundamentalmente Wendy Sherman hizo acotaciones muy relevantes. Sus notas han sido decisivas tanto para el secretario de Estado como para el presidente:
1. Desde un primer momento apuntó lo esencial de desclasificar toda la información sobre los movimientos de Rusia.
2. Subrayó que los medios debían de tener acceso a toda la información de la CIA y los satélites.
3. Desnudó desde un principio tanto el factor sorpresa como el uso de la guerra hibrida de Rusia contra Ucrania (el intento de minar su estabilidad).
4. La importania de desclasificar toda la información de inteligencia dfescubrió movimientos masivos de unidades de las Fuerzas Arnadas de Rusia hacia el Este.
5. Insistió en que se conocieran fotografías, vídeos y comentarios en las redes del mayor movimiento de tropas en Europa desde la II Guerra Mundial.
6. Pese a que tanto Ucrania rechazó la dramatización y Rusia denunció la histeria de Estados Unidos, Wendy recomendó al presidente no dudar en afirmar en repetidas ocasiones que Putin preparaba una guerra relámpago para ocupar toda Ucrania. Y el presidente llegó incluso en anunciar la fecha exacta.
7. Wendy insistió en el desalojo de la Embajada de Estados Unidos y la urgencia de que no hubiera norteamericanos en Ucrania que pudieran ser asesinados o utilizados como rehenes.
8. Observó a lo largo de las conversaciones a jefes militares cabizbajos por conocer los verdaderos planes de invasión.
9. Apuntó que Lavrov, con conexiones con los oligarcas, aspiraba a que se negociara un tratado de seguridad muy preciso sin que hubiera vencedores ni vencidos pero dejando a Ucrania fuera la extensión de la OTAN al Este.
10. Todo se quebró cuando Putin asumió la negociación e hizo leer a Lavrov una declaración con la amenaza de la utilización de bombas nucleares tácticas sobre Ucrania.
11. Wendy alertó que Ucrania dejaba el Asia Pacífico al costado y convertía a la Europa del Este en prueba definitiva para el mundo tras la pandemia que quebró la globalización.
12. También advirtió de preparar graves sanciones sin revelarlas. Y buscar la plena unión de Estados Unidos, Reino Unido y Unión Europea de preparar en secreto una operación de castigo devastadora: sanciones para paralizar su economía, amenazar a las empresas y hundir los ahorros de millones de rusos a velocidad y alcance sin precedentes.
13. Wendy advirtó además del efecto llamada de las sanciones. Es decir, que se produciría el apoyo de individuos, empresas y grupos de activistas sociales. Esta reacción significaría finalmente el aislamiento y el estrangulamiento económico de Rusia.
14, Finalmente subrayó la importancia del nuevo fenómeno geopolítico mundial de la unión de Occidente de forma poderosa, la reacción sin fisuras frente a una figura como Putin, transformado brutalmente en el Hitler del siglo XXI.