Pero el bogey del hoyo 9 relegó a la segunda plaza a Sergio García. Y el del hoyo 10 a la tercera. En la cumbre sonreía el flaco australiano Aaron Baddeley que se maneja alrededor de green con el relaxing de un turista en la Plaza Mayor de Madrid.
Sin embargo, diferencia a diferencia de la capital de España el campo de Cromwell donde se disputaba la última jornada del Travelers ofrecía pocas oportunidades para el esparcimiento de los profesionales. Comenzaba el baile.
Ahí estaban esos chicos aplicándose a la ardua tarea de mandar lejos una bola e ir acercándola palo a palo, “verso a verso”, al correspondiente hoyo. Y, aplicado, aplicado el argentino Miguel Ángel Carballo que presentaba la mejor tarjeta del día: 63 golpes entre los que se incluían los que le ayudaron a realizar tres águilas; sí señores: eagles a los hoyos 6, 13 y 15. De este modo el de Bahía Blanca ascendía 37 puesto en la jornada y, se situaba 18º: todo un éxito para quién en 36 apariciones en el PGA Tour sólo atesoraba dos Top 25.
Otro argentino, éste más conocido y veterano, Ángel Cabrera también lucía tarjetón: puesto 11º, -10 en el acumulado. Y el español Gonzalo Fernández Castaño (-7) en el puesto 26.
A los de cabeza les esperaba unos segundos 9 hoyos para no aburrirse: sé que lo he dicho en otras contribuciones anteriores pero merece la pena insistir para hacernos cargo del contexto en el que se desarrollan los torneos de estas semanas.
De un lado, muchos se preparan para el primer asalto a la Isla, es decir el Open Championship que este año se juega en el Royal Liverpool, más conocido como Hoylake. El segundo gran asalto, más al norte y dos meses más tarde, en Gleneagles (Escocia) es la Ryder Cup. Todos aquellos que tienen posibilidades querrán convertirlas en probabilidades primero y en acierto pleno más pronto que tarde.
Claro que por medio andan otros jugadores con diferentes ambiciones. Por ejemplo, K. J. Choi, compañero de partido de Sergio García, empataba en el hoyo 12 en cabeza con el español y con Aaron Baddeley. Ni el australiano, ni el coreano juegan la Ryder, pero un triunfo en Connecticut es un empujón decisivo para subir puestos en la clasificación de la FedEx Cup, premio a la regularidad que reparte fama y dinero al final de la temporada.
Algo de eso debió recordar Kevin Streelman, de quien nadie hablaba, pues hacía de comando secreto con un -8 por la mitad alta de la tabla. Pero el jugador de Illinois cargó sus armas y le hizo 7 birdies a los 7 últimos hoyos; totalizó un -15 y puso imposible la victoria a K.J. Choi y a Sergio García (-14) que se quedaron segundos.
Siendo mucho, siendo su mejor clasificación de la temporada, nos sabe a poco esta segunda plaza del castellonense que, con todo, le eleva hasta la vigésima plaza de la FedEx Cup. Sergio García, paso sereno, consistencia y paciencia sigue con firmeza y ganará cualquiera de estos días. Porque cada día se le ve pasándoselo mejor con su trabajo. Y ya decía Jack Nicklaus, el Oso Dorado: “es imposible destacar en algo de lo que no se disfruta”.
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