Pedro Sánchez preparado para ser investido presidente del Gobierno este martes 7 tras no lograr mayoría absoluta el domingo 5. El candidato socialista obtuvo 166 votos a favor, 165 en contra y 18 abstenciones.
Cuarenta y ocho horas después, preparados para votarle los diputados del PSOE , que suman 120 escaños, los de Unidas Podemos que suponen 35 votos, los tres diputados de Más País, los seis del PNV, el diputado de Nueva Canarias Pedro Quevedo, el diputado del Bloque Nacionalista Galego (BNG) Néstor Rego, y el diputado de Teruel Existe Tomás Guitarte.
En esta ocasión se exige mayoría simple, o lo que es lo mismo, más síes que noes para que Pedro Sánchez se confirme en La Moncloa. De ahí las negociaciones con Esquerra Republicana de Cataluña para que se abstengan, y que suman 13 escaños. Esta misma decisión también será la que adopten los cinco diputados de Bildu.
En contra de la investidura del candidato socialista están los 89 diputados del Partido Popular, los 52 de Vox, los 10 de Ciudadanos, los ocho de Junts per Cat, los dos de la CUP, los dos de Navarra Suma y el diputado cántabro del PRC José María Mazón. Suman 165 noes frente a 167 síes.
Ana Oramas también se espera que vote en contra, pese a que su partido, Coalición Canaria, considera "muy grave" su no a Sánchez en la primera votación del domingo. Por ello, le ha pedido que reconsidere su decisión y se abstenga, tal y como acordó el partido.
Con estas cuentas, el candidato socialista sería investido presidente del Gobierno con los mismos grupos que le auparon en la moción de censura contra Mariano Rajoy en 2018, salvo Junts per Cat que votará en contra. En aquella ocasión, se manifestaron en contra del expresidente el PSOE, Unidos Podemos, ERC, PDeCAT, PNV, Compromís, Bildu y Nueva Canarias.
Debido a lo ajustado de la aritmética parlamentaria, se han extendido los miedos a un posible Tamayazo bis. Los hechos se remontan al 30 de junio de 2003 en la Asamblea de la Comunidad de Madrid, cuando dos parlamentarios electos del PSOE (Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez) impidieron con su abstención en la segunda votación de investidura la elección de Rafael Simancas como nuevo presidente de la Comunidad de Madrid. Este caso de transfuguismo, a la postre, obligó a repetir las elecciones en octubre de ese mismo año, tras las que Esperanza Aguirre se convirtió en nueva presidenta regional.
De resultar investido, el nuevo Gobierno de coalición podría celebrar su primer Consejo de Ministros el viernes 10 de enero. El miércoles Pedro Sánchez prometería su cargo ante el Rey y, a partir de ahí, podría nombrar ya a los miembros de su gabinete, que podrían jurar o prometer el cargo de ministros el jueves.
El análisis de Carlos Alsina
En la cadena Onda Cero, Carlos Alsina definió con precisión el momento político:
"Cuando hoy se proclame en el Congreso la investidura de Pedro Sánchez como presidente, y de Pablo Iglesias como vicepresidente, con el concurso de otras formaciones como Esquerra Republicana o como Bildu no sólo empezará una etapa nueva (ya veremos si mejor o peor que la anterior a ésta) de la administración general del Estado, terminará para siempre, y con la victoria plena de Sánchez, la pugna interna que se empezó a librar en el PSOE hace tres años. Hoy se consumará la derrota final (y total) de los barones que una vez le disputaron a Sánchez la hoja de ruta del PSOE. O usando una expresión más del presidente, la deriva del PSOE.
Los 120 diputados socialistas van a votar que sí. Como votaron los 120 que sí el domingo. Y todos van a votar que sí porque todos quieren que Sánchez sea presidente. Con Podemos y con Esquerra o de cualquier otra manera. Porque su prioridad es que siga en la Moncloa y las condiciones en que lo haga son, a estas alturas, poco relevantes para todos ellos. Pretender que haya diputados valientes que voten en contra de su líder de grupo es atribuir, injustamente, a los 120 que van a votar a favor cobardía. Es injusto llamarles cobardes y es un error de diagnóstico. No es que los diputados socialistas vayan a acatar una orden que no comparten, es que van a hacer todos ellos algo que sí comparten: gobernar con Podemos y con el permiso previo de Oriol Junqueras".