La película live-action de Disney de Mulan, ha comenzado su producción de forma oficial. El gigante cinematográfico no vive sólo de princesas y hace tiempo que lo viene demostrando. De hecho, en el avance de una de sus últimas producciones, Ralph rompe Internet, el estudio de animación ha mostrado cómo se ríe de ellas.
Hace tiempo que dibujantes y directores tratan de adaptarse a los nuevos tiempos y empezando a entender los movimientos feministas que este último año han pisado con especial fuerza y que han llegado para quedarse.
Pero hace unos años, concretamente en 1998, que el estudio en el que nació el famoso ratón trató de cambiar su anterior trayectoria. Y es que, por una vez, sacaba a la luz una historia en la que su protagonista no aspiraba a vivir entre algodones y lujos, sino que era nada menos que una gran guerrera.
A diferencia de sus compañeras, su objetivo no era codearse en las altas esferas ni esperar a que un príncipe la salvara. Ella tomaba las riendas, no sólo en su vida personal sino que, también, sobre el campo de batalla. Así, nacía Mulan.
El filme, que daba una perspectiva diferente tanto a pequeños como a los más mayores, contaba la aventura épica de una joven china que se disfraza de hombre para luchar contra los invasores del norte que atacan su país. El Emperador firma un decreto que obliga a que un hombre de cada familia deba servir al ejército imperial.
Ella se adelanta y, pese a no contar con el consentimiento de su familia, se disfraza de hombre y se va a la guerra, pues es consciente de que su padre, de avanzada edad, no tendrá sus mismos reflejos en el campo de batalla.
Una historia diferente que aportó nuevas perspectivas y que, por su potente mensaje, logró un notable éxito en taquilla. No obstante, con el tiempo, parecía que su estela se hubiera difuminado, pues tanto en remembers del estudio, como en los parques de atracciones propios, como en reencuentros de las famosas princesas, Mulan no aparecía a penas por ningún lado.
Yifei pasó un filtro de más de mil candidatas antes de convertirse en tan potente personaje. No fue fácil encontrar a la mujer adecuada que encarnase este rol. Además de apariencia oriental y del dominio del inglés, se requería de habilidades en artes marciales. Características que cumple con creces, pues las practica desde que era pequeña.
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