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El brillante guionista Charlie Kaufman, que dio el paso a la dirección hace siete años con la especialísima Synecdoche, presentó Anomalisa, su segundo largometraje. Kaufman es conocido y valorado por sus originales guiones, sustentados en alocadas ideas que se utilizan para explorar los problemas del hombre contemporáneo. Algo que ya se puede observar en Eternal Sunshine of the Spotless Mind y su forma de profundizar en las relaciones: inicio, monotonía, deterioro, ruptura y recuerdo.

Anomalisa es la historia de un oasis de voz en ese ruido, contada de forma extraña y algo rígida. Sin embargo poco a poco va ganando sensación de realidad con cada pequeño gesto de los muñecos, hasta que solo la hendidura de su cara convencerá de que no son reales. Se centra en uno de esos llamados coach de empresa, ayudantes de todo y solucionadores de nada.

Michael Stone vive con una maldición: sabe que el mundo es mediocre, y que está completamente inmerso en él. Nada que le salve ni le alivie, a no ser promesas de recuperar algún tipo de brillantez anterior. Por eso repasa constantemente la carta de una antigua amante tratando de sopesar todos los insultos y oportunidades perdidas. 



Al revisar la filmografía del director colombiano Ciro Guerra, se pueden encontrar desde su ópera prima, La sombra del caminante (2004), ambientada en Bogotá, a Los viajes del viento (2009), focalizada en la región norte del país. En su última película, El abrazo de la serpiente (2015) se sumerge en el corazón del Amazonas.

Con El abrazo de la serpiente, sólo el tiempo dirá si la envergadura de esta cinta dará la vuelta al mundo. Esta historia, basada en hechos reales, evita cualquier deus ex machina, y se centra en aquello que le interesa. Con una cámara que no se siente, es, a modo de road movie, la expedición del ser humano en pasajes poco conocidos por el hombre, buscando más allá del encuentro con uno mismo.

Si se acepta este punto de partida, la película entre el flash back y el presente, va desvelando que todo es posible gracias a la terquedad, aunque de pronto se confabule todo hacia uno mismo y no pase nada. Se muestra, con gran virtud, unos paisajes  nunca antes visto en películas de ficción colombianas. Son una gran maravilla para los amantes de la naturaleza. Además, con la fotografía en blanco y negro, sumerge el espacio en un tono de misterio.



Robots: La invasión nos ubica en una Tierra que ha sido conquistada por robots. Han venido del espacio y mantienen a toda la población encerrada en sus hogares, sin permitir que nadie salga de ellos sin autorización.

Sólo algunos colaboradores tienen autorización para estar en el exterior. Los robots tienen localizados a todos los humanos gracias a unos aparatos que les implantan en la cabeza, por lo que en cuanto alguno sale de su hogar, enseguida es detectado, perseguido y eliminado si no regresa inmediatamente. Sin embargo, un buen día, accidentalmente unos jóvenes descubren algo que les hará estar un paso por delante de los robots. Se sumergen en la búsqueda del padre de uno de ellos que desapareció hace tiempo pero que creen que puede seguir vivo. Gillian Anderson, Ben Kingsley, Callan McAuliffe y Ella Hunt son sus protagonistas.



Basada en hechos reales, Dioses cuenta la historia del cirujano Zbigniew Religa. Realizó el primer trasplante de corazón exitoso en Polonia en los años 80 en contra de la opinión de sus colegas y luchando por sacar adelante su propia clínica. Religa, al atreverse a trasplantar un corazón humano, rompió barreras morales, culturales y religiosas. Tomasz Kot, Piotr Glowacki, Szymon Piotr Warszawski, Magdalena Czerwinska, Rafal Zawierucha, Marta Scislowicz, Karolina Piechota, Wojciech Solarz y Arkadiusz Janiczek, los protagonistas.