Espero que no se llevaran un susto como yo, cuando leí la noticia. ¿Me están diciendo que se puede entrar en esa sala con una tarta y lanzársela a la Gioconda, así, sin más? Pues parece ser que sí.
No sé cuantas medidas de seguridad habrá, pero un chico, disfrazado de vieja sentado en una silla de ruedas lo consiguió. Rápido me puse a pensar en los mejores restauradores del mundo para limpiarlo y todas esas cosas. Y ahora es cuando ustedes dicen que soy un ignorante.
Y yo, les doy la razón. Gracias a que ignoro muchas cosas en esta vida, logro sobrevivir (cómo me hacen una comida en un restaurante, lo que piensan de mí mis amigos, qué hacen con lo que pago en impuestos, etc.). Y una de ellas, porque nunca he entrado en el Museo del Louvre y solo he paseado por la puerta, es la de que estos cuadros tienen una protección de cristal que los protege de este tipo de atentados. Por fin, respire aliviado.
Creo que, a las personas que no entienden el concepto de cultura y de que es misión de todos protegerla, deberíamos encerrarlos en una isla sin adelantos. Así, tal cual, haciendo fuego con dos piedritas hasta que se den cuenta que gracias a la gente que es capaz de imaginar otros mundos surgen las ideas innovadoras que han permitido el desarrollo y crecimiento de la sociedad.
Y a los que hacen pintadas en monumentos y lugares que son patrimonio de la humanidad, no sean tarados… un respetito, por favor.
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