Clooney, muy popular también por su faceta de activista humanitario, cayó enfermo la primera semana de enero, cuando se encontraba en Sudán como parte de su proyecto "Basta" (Enough), una iniciativa que comparte su fundación, la Universidad de Harvard y Google para vigilar por satélite los movimientos de tropas en Sudán con el objetivo de evitar que el régimen islamista de Jartúm desencadene una nueva oleada de matanzas étnicas y religiosas con motivo del referendum del pasado 9 de enero. Clooney lo llamó el "proyecto de los paparazzi antigenocidio".
Clooney bromeó con que el presidente sudanés Omar al-Bashir, requerido por la Corte Penal Internacional de La Haya por crímenes de guerra y genocidio, podría ser el culpable de que le picara el mosquito con la infección. "Supongo que el mosquito en la ciudad de Juba me miró y pensó que yo era el bar", comentó el actor con el nuevo presentador estrella de la cadena CNN.
Morgan le preguntó a Clooney si pensaba que Al-Bashir "había soltado a estos infecciosos y vengativos mosquitos para que lo picaran a su llegada". "Sí", respondió Clooney, siguiendo la broma. "Yo creo que sí".
Ya más serio, Clooney aseguró que espera que su proyecto sea una herramienta más para continuar presionando y recolectando pruebas que puedan ser usadas en La Haya después, "si existen violaciones o se rompen las reglas".
George Clooney charló con Piers Morgan sobre la situación en Sudán. (Foto: CNN)