La Casa Blanca confirmó que el presidente Joe Biden mantuvo una videollamada segura con líderes europeos "como parte de nuestra cercana coordinación y consultas con nuestros Aliados Transatlánticos y socios como respuesta a la escalada militar". La cumbre especial se realizó en la Situation Room -la sala de gestión de crisis-y estuvo cerrada a la prensa.
Según destacó la Casa Blanca, el presidente quiso analizar la posibilidad de una invasión rusa en Ucrania con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; el presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron; el canciller de Alemania, Olaf Scholz; el primer ministro de Italia, Mario Draghi; el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg; el presidente de Polonia , Andrzej Duda; y el primer ministro británico, Boris Johnson.
La tensión en la frontera de Ucrania con Rusia y Bielorrusia cada vez es mayor. Para examinar una muy grave situación y crisis, con impacto político y económico de primera magnitud, Joe Biden convocó al núcleo de poder de la Unión Europa, al Reino Unido y a Polinia como país directamente afectado por una situación de extrema gravedad.
Joe Biden no convocó al presidente del Gobierno de España evidenciando una triste realidad. El gobierno de coalición de socialistas y comunistas no cuenta con la plena credibilidad ni de la OTAN ni de la Unión Europea. Sánchez, en su estrecha alianza con Pablo Iglesias y los partidos secesionistas de Cataluña y País Vasco, ha dañado gravemente la confianza en el PSOE y en España en cuanto la protección de datos confidenciales de seguridad.
El gobierno del Partido Popular, liderado por Mariano Rajoy, en uno de sus grandes éxitos internacionales, logró que España estuviera en el núcleo duro de la Unión Europora con Alemania, Francia e Italia. Ahora no es así. Funcionarios de inteligencia saben que informacipones confidenciaes pueden ser conocidas por Cuba y Venezuela a través de los canales de Podemos y Unidas Podemos (partido y alianza comunista y anticapitaista).
Aunque La Moncloa fue muy activa a través de su aparato de propaganda con las fotos del presidente al teléfono dialogando con líderes europeo sobre la crisis de Ucrania, esta crisis de credibilidad no ha sido superada. La relación entre Estados Unidos y España está en un punto de frialdad. El apoyo del gobierno al Frente Polisario ha deteriorado la relación no sólo con Marruecos sino también con Estados Unidos de forma muy profunda.