La declaración de la Casa Blanca se une a un informe de Alemania que confirmó nuevos movimientos de tropas del lado ruso. "Hay una línea de comunicación y de contacto diplomático abierta y esperamos que continúe", declaró sin embargo la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.
El Kremlin, por el contrario, estima que es la actitud de Washington y de la OTAN lo que supone una amenaza por su apoyo político y militar a Kiev.
"Cualquier nueva agresión contra Ucrania acarreará graves consecuencias", advirtió el portavoz del departamento de Estado.
"Exhortamos con firmeza a Rusia para que inicie una desescalada retirando sus tropas de la frontera con Ucrania", insistió. "Nuestro objetivo es la desescalada a través de la diplomacia. Estados Unidos está listo para asumir la vía diplomática en enero por medio de varios canales".
El Kremlin reaccionó de manera diferente. "En caso de mantenerse la línea claramente agresiva de nuestros colegas occidentales, tomaremos las medidas militares y técnicas de represalia adecuadas, reaccionar de manera firme a las acciones no amistosas, estamos en nuestro derecho", declaró Putin durante una intervención ante altos mandos de las fuerzas armadas y del ministerio de Defensa.
La Casa Blana puso en su contexto estas declaraciones. "El presidente Putin se dirige a su propio público, que no es Estados Unidos", comentó Psaki.
"La OTAN es una alianza defensiva. No tenemos intenciones agresivas contra Rusia", insistió. "La retórica agresiva viene de un solo lado y pienso que eso todo el mundo lo ve claramente", sentenció.
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