Enorme error militar, estratégico y geopolítico de Vladimir Putin. De repente, las altas clases políticas y militares rusas -y es la percepción en Pekín del Partido Comunista chino (PCCh)- han revivido las imágenes de Leónidas Breznev, Yuri Andrópov, y Konstantín Chernenko (los tres últimos secretarios generales del PCUS ante de Gorbachov) como las de tres ancianos aislados, lejanos y decrépitos en un ambiente de fin de reino. ¿Es la situación y clima político que se repite?
Toda la comunidad de inteligencia occidental (diferentes servicios secretos) han confirmado la enfermedad de Vladimir Putin auque no en un estado terminal como le sucedió a Hugo Chávez. Putin es un hombre hoy inseguro en sus movimientos, con piernas heladas, fuertes temblores y una mentalidad psicópata (un déspota que oculta sus intenciones).
Putin nunca debió de invadir Ucrania. Tuvo la oportunidad de haber firmado un ambicioso acuerdo entre Rusia y Estados Unidos, así como unas nuevas relaciones políticas y económicas con la Unión Europea. Lo despreció.
No valoró además la decisión firme del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de romper su relato desclasificando todas las informaciones de agencias estalaes y privadas sobre la mayor concentración de tropas desde la II Guerra Mundial.
Para los círculos rusos,el resultado más dramático de los errores de Putin es haber volado la relación con toda la Unión Europea y desencadenado en Escandinavia un giro estratégico acabando con el factor clave de la neutralidad de Finlandia y Suecia.
"Saludos a Ucrania. Una vez Finlandia también luchó contra el ejército ruso con todo lo que teníamos y fuimos capaces de aferrarnos a nuestra libertad e independencia. Eso es lo que les deseamos. Toda Europa está con ustedes", el impactante mensaje en Facebook de Hannes Tuovinen, de 98 años, veterano de la guerra de Invierno, una guerra en extremos inimaginables de frío, entre un invasor con una superioridad militar abrumadora y un defensor con una férrea voluntad de resistir.
El pacto de Helsinki
De 1.213 kilómetros a 2.552, el vuelco de la nueva frontera de Rusia con la OTAN. El presidente, el conservador Sauli Niinistö, y la primera ministra, la socialdemócrata Sanna Marin, anunciaron oficialmente que Finlandia va a solicitar su adhesión "sin demora" a la Alianza Atlántica.
"Nuestra entrada en la organización reforzará la seguridad de Finlandia", afirmaron en un comunicado conjunto. "Como miembro de la OTAN, Finlandia reforzará toda la alianza de defensa. Solicitaremos nuestro ingreso con carácter de urgencia", señalaron.
La solicitud oficial debe ser aprobada ahora por la Cámara, el Riksdag, lo que se espera que sea simplemente una formalidad."Esperamos que en los próximos días se den rápidamente los pasos necesarios para llevar a cabo esta medida", señalaron Niinistö y Marin.
Ninguno de los servicios secretos de Rusia había advertido a Putin de las consecuencias e impacto en Europa, especialmente Escandinavia, de la invasión de Ucrania. Especialmente Estonia, Letonia y Lituania se van a ver reconfortadas. Y más aún si Suecia se suma a la entrada también en la OTAN.
Todo el mar Báltico se va a convertir en un lago de paz y estabilidad que obligará a Rusia a buscar una coexstencia y una nueva relación de vecindad. Escandinavia quedaría ahora bajo el paraguas estratégco de la OTAN en lo que sería un crecimiento inesperado al norte de la Alianza Atlántica.
¿El principio del fin de Putin?
¿Rl fin de Putin? No de manera inmediata en Moscú. Perp a nivel global, sobre todo para el Partido Comunista de China (PCCh) ha aparecido su verdadera personalidad destructiva y dañina. Un líder, además, irracional y paranoico.
En el plano doméstico, la inquietud en Rusia ya está apareciendo. Primero, la evidencia de que el conflicto con Ucrania no es una guerra de defensa sino de agresión. Se está proyectando a la vez sobre una economía deteriorada por el aislamiento del país.
Atención a la tormenta interna que se está formando en Rusia de oligarcas frustrados (perseguidos y asesinados). indignación de jóvenes coroneles, y la mortificación de las capas más liberales de la sociedad por invadir, atacar y destruir salvajemente una nación clave de la cultura eslava.
¿Puede haber un magnicidio en Moscú? Parece más probable el escenario de un golpe de Estado alentado por oligarcas y efectuado por parte del Estado Mayor del Ejército. Podría suponer el exilio de Putin en la propia Rusia o su desconexión total de los círculos del poder.
Por las enormes paradojas de la historia, Napoleón y Hitler vivieron el comienzo de su colapso político al atacar a Rusia, Putin sufre esa misma sensación de uno contra todos al atacar a Ucrania.
Esta invasión será tan destructiva para Putin como fue la de Rusia para Napoleón y Hitler. Hoy, como sucedió ayer, la comunidad internacional -la sociedad globalizada- no puede aceptar a un líder en guerra contra el mundo. Son precisamente los propios rusos los que están comenzando a comprender el efecto perverso y malévolo de un líder como Putin en el Kremlin para la Rusia de hoy.
El giro histórico de Finlandia de romper su situación de neutral ha sido un mazazo para la opinión pública rusa. Es Putin y no la OTAN el peligro. Destruir y arrasar Ucrania supone una vergüenza para los propios rusos. Nada será fácil y rápido pero de repente empieza a emerger un enorme grito de libertad que desde San Petersburgo y Moscú se está comenzando a extender por toda la gran extensión del alma europea de Rusia.
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