"Hacer una película después de Skyfall fue un tremendo desafío", confió el actor, de 47 años. Y es que la última entrega de James Bond fue la más lucrativa de toda la saga, aportando más de 1.000 millones de dólares al box-office.
Cabe recordar que el título de esta nueva entrega hace referencia a la organización criminal Special Executive for Counter-intelligence, Terrorism Revenge and Extortion (Spectre). La organización, que aparecía en la primera película de James Bond, en 1962, desapareció de la saga en 1971 a causa de un litigio sobre los derechos, resuelto hace apenas dos años.
Rodada en Inglaterra, Italia, Austria, México y Marruecos, Spectre reúne todos los ingredientes tradicionales para convertirla en un éxito en la taquilla, es decir, la trama estará llena de persecuciones, un malvado megalómano, chicas James Bond muy sensuales, aparatos tecnológicos de lo más curioso y diálogos cargados de humor.
Monica Bellucci,Christoph Waltz, Léa Seydoux, Ralph Fiennes, Naomie Harris y Ben Whishaw acompañan a Craig en esta nueva entrega.
Sinister, estrenada en 2012 con Scott Derrickson en la dirección (El Exorcismo de Emily Rose), era una efectiva película de terror con una historia bien contada e inquietantes atmósferas, ahora la secuela dirigida por el irlandés Cirian Foy (Citadel) retoma la historia aunque nunca consigue generar un mínimo de tensión.
La historia sigue ahora a un ex policía y amigo del personaje que en la primera parte interpretó Ethan Hawke, que ahora se dedica a quemar las casas donde el demonio Bughuul podría estar presente para terminar con la maldición.
En una de esas casas encuentra a una mujer con sus dos hijos, quienes llegaron ahí escapando de un padre de familia violento, sin saber que en la iglesia que está al lado de su casa varias personas fueron brutalmente asesinadas, siendo el hijo menor acosado por un grupo de niños fantasmas que lo hacen ver las películas con los asesinatos que ellos mismos filmaron y cometieron, con la intención de que el pequeño se les sume.
El gran problema de esta secuela es que no consigue llegar al equilibrio entre las distintas historias que pretende contar, ya que la mayor parte del metraje se concentra en narrar la historia de la familia con momentos que rozan el melodrama más rancio, dejando muy de lado todo lo relacionado con la historia de terror. James Ransone, Shannyn Sossamon, Robert Daniel Sloan y Dartanian Sloan son sus protagonistas.
Después de que Bills, el Dios de la destrucción, decidieran no destruir la Tierra, se vive una gran época de paz. Hasta que Sorbet y Tagoma, antiguos miembros élite de la armada de Freezer, llegan a la Tierra con el objetivo de revivir a su líder por medio de las Bolas de Dragón. Su deseo es concedido y ahora Freezer planea su venganza en contra de los Saiyajin. La historia hace que una gran oleada de hombres bajo el mando de Freezer lo acompañe.
Siendo la 19a película del universo de Dragon Ball Z, acercarse por primera vez genera las dudas respecto a si será posible disfrutar la película desconociendo prácticamente todo lo referente a los personajes, situaciones y hechos dados a los largo de la saga. Sorpresivamente, Dragon Ball Z: La resurrección de Freezer se disfruta bastante a partir de la excelente combinación de grandes momentos de humor y secuencias llenas de peleas, todo con un argumento, escrito por el creador de toda la franquicia, Akira Toriyama.
Para dejar atrás la guerra no basta con quemar el uniforme, cambiar de pasaporte, abordar a una mujer y hacerla pasar por tu esposa y recoger a una huérfana para simular una familia y así solicitar asilo en Europa, volver a la normalidad aunque sea en un paisaje extraño, en una lengua ignota y en una cultura diferente.
Las secuelas de la lucha armada permanecen larvadas y no dan tregua y te atormentan, resurgen aleatorias e imprevisibles, te martirizan y esclavizan, te martillean y acribillan por doquier, horadan tu paz y cavan sigilosas y tenaces tu tumba en vida y corres el riesgo de que ganen batallas tras el fin de la contienda.
Los inmigrantes, refugiados, apátridas, exiliados.... cuenta Jacques Audiard, son seres invisibles para la mayoría de nosotros y cuando reparamos en ellos es porque les consideramos una amenaza, un incordio o un problema irresoluble, al que se llega porque alguien firmó en su momento, y de manera irreflexiva al parecer, la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Cuando los responsables gubernamentales, a regañadientes, deciden acogerlos, lejos de concederles un hábitat digno y solidario, les endosan el estatus de marginales. Pero los seres humanos desplazados y supervivientes pueden tener detrás una vida tan terrible, tan injusta y tan merecedora de reparación como la de Dheepan. Vincent Rottiers, Marc Zinga, Jesuthasan Antonythasan, Franck Falise y Claudine Vinasithamby son sus intérpretes.
La promesa es un drama de época a la vieja usanza. Lo tiene todo para ser una gran historia de amor platónico entre dos personas no correspondidas y situada en los momentos anteriores a la Primera Guerra Mundial, pero lamentablemente se queda en el intento.
Ante la imposibilidad que tiene el personaje de Alan Rickman de moverse de la cama, la relación entre ambos jóvenes se volverá más cercana hasta el punto de surgir en ellos el deseo de tener algo más que una amistad.
La película en este punto intenta avanzar sutilmente, con delicadeza; mostrando los momentos que pasan juntos y casi siempre bajo la mirada escondida del marido, que parece en todo momento consciente de lo que está ocurriendo. Rebecca Hall, Alan Rickman, Richard Madden, Maggie Steed y Christelle Cornil están en el reparto.
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