Su trama da comienzo con la aparición del cadáver de un marinero en la orilla. Si no tuviese las manos atadas, Justo Castelo sería otro de los hijos del mar que encontró su tumba entre las aguas mientras faenaba. Pero el océano nunca ha necesitado amarras para matar. Sin testigos ni rastro de le embarcación del fallecido, el inspector Leo Caldas se sumergirá en el ambiente marinero del pueblo, tratando de esclarecer el crimen entre hombres y mujeres que se resisten a desvelar sus sospechas.
Como ha dicho su productor, Carlos Rodríguez en rueda de prensa, la película ha costado terminarla cinco años por todas las complicaciones que conlleva el cine en estos tiempos, encontrando trabas burocráticas, políticas... Pero que a pesar de eso hemos visto el nacimiento de este film que desea que sea todo un éxito.
El personaje que más ha llamado la atención es el del policía Leo Caldas, interpretado por Carmelo Gómez, por su sensibilidad, su carácter solitario y su forma de ser diferente. Él, junto su compañero Rafa Estévez, se verán obligados a solucionar un caso de aparente suicidio que conllevará a una serie de historias que nos harán estar intrigados a cada segundo para ver que va a pasar. Una desaparición sin resolver, un naufragio en el año 2001, drogas.
También está adaptada la cinta de Carles Porta. En ella una chica blanca de 14 años, Alba, y un niño negro de 9, Dídac, son los únicos supervivientes de la Tierra que han logrado salir indemnes de un holocausto alienígena que ha erradicado todo rastro de vida en el planeta.
Mientras Alba y Dídac se recuperan con valentía de la catástrofe, no solo insistirán en vivir en un mundo postapocalíptico plagado de cadáveres y supervivientes que han caído presa de la locura, sino que también se encomiendan a sí mismos la misión de preservar la cultura humana y repoblar la Tierra. Deben iniciar un nuevo mundo. Un “segundo origen”. El futuro de ambos.
Se trata de una adaptación de la novela escrita por Manuel de Pedrolo. La actriz inglesa Rachel Hurd-Wood (El perfume, Peter Pan), interpreta a Alba, mientras que Andrés Batista e Ibrahim Mané dan vida a Dídac, quien pasa de ser un niño a convertirse en un joven padre en la película. Los protagonistas fueron selecciones por Bigas Luna en un casting en el que participaron más de 300 jóvenes.
“Un chico negro y una chica blanca se quedan solos en el mundo y deben sobrevivir a su soledad a la vez que descubren el amor con una sexualidad adolescente muy sensual”, narra Porta, quien ha trasladado el filme al mundo actual y no a la década de los 70, momento en que Pedrolo publicó la novela. “Los protagonistas descubren que la autosuficiencia no viene dada por las leyes, sino que debes aprenderlo todo tu mismo”, sentenció.
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