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Emocionante Baltasar Kormákur, atrapante Dylan O´Brien y Francisco
"Everest" saca el lado humano de Jason Clarke y Jake Gyllenhaal, la grata sorpresa de "El corredor del laberinto: Las pruebas", Daniel Alfredson y Beda Docampo Feijóo.
Un género muy explotado en la actualidad es el que presentó hace un añoEl corredor del laberinto. Se trata de adaptaciones cinematográficas de novelas de corte juvenil que vendieron millones de libros a base de relatar historias postapocalípticas en las que diversos adolescentes deben luchar por su vida.
Un ejemplo de ello también son Los juegos del hambre y Divergente, películas de gran acogida en los cines. Si en estas dos historias los protagonistas son dos jóvenes chicas, en la trilogía de El corredor de laberinto el protagonista es Thomas (Dylan O´Brien), un chico de quince años que se enfrenta a un destino incierto tras perder la memoria y encontrarse de repente en un lugar lleno de peligros.
La segunda película sobre su lucha por sobrevivir, El corredor del laberinto: Las pruebas, se estrena estos días en España. Si la primera entrega la película funcionaba bien por la buena actitud de su protagonista y de aquellos que le acompañaban, esta segunda entrega funciona aún mejor porque se amplía el escenario.
No todo sucede en un laberinto lleno de peligros sino que la cinta navega entre elementos más dispares como organizaciones secretas con médicos que hacen extraños experimentos, ciudades destruidas llenas de zombis, desiertos terribles en la que la naturaleza se convierte en otro enemigos… Las pruebas debe considerarse como una película bien realizada, protagonizada por unos jóvenes que deben luchar por su vida en un mundo completamente destruido.
Quizá todas las películas empiecen con un: ¿por qué? Y en Everest esa incógnita es aún más importante ya que es la pregunta que hace el periodista que acompaña a la expedición en la que se focaliza Baltasar Kormákur, a la que el usuario seguirá sin parpadear. El por qué cuya respuesta es tan ansiada por un espectador que no conoce esa necesidad de superación física, o simplemente tiene miedo, u obligaciones, que le impiden lanzarse a la aventura.
El hecho de que Everest esté basada en una historia real hace naturalmente que la película enganche más desde un punto de vista emotivo, y aunque la adrenalina circula lentamente por el frío, el lado humano permanece. El caso es que el 11 de mayo de 1996, en la cara sur del Everest, todo fue mal: los picos no estaban fijos, las bombonas de oxígeno no estaban cargadas, los sherpa no estaban a la altura de la situación y un vendaval se llevó por delante muchas vidas.
Kormákur documenta aquel ascenso dramático inspirándose en las crónicas y los libros de los supervivientes, entre los que estuvo Jon Krakauer, periodista de la revista Outside, quien escribió el bestseller Into Thin Air. Krakauer es el autor de Hacia rutas salvajes, adaptado al cine por Sean Penn en 2007.
Realmente extraña que después de haber dirigido la saga Millennium, Daniel Alfredson se enrede en este secuestro real que sufrió en 1983 el dueño de la cerveza Heineken en Amsterdam y lo haga cual telemovie. La sorpresa es el propio Alfred Heineken interpretado por Anthony Hopkins, en un papel en el que vuelve a estar encerrado cual Hannibal, hasta hay un guiño a "la pose" del caníbal la primera vez que aparece.
En este caso, el atractivo de la historia se centra en la línea de los secuestradores, es decir, lo típico en este tipo de films es el desarrollo de la idea, la puesta en práctica, las desavenencias entre el grupo de amigos, el aparente éxito que termina siendo falso, la huida y por último, la captura. Pese a las pocas sorpresas, el espectador estará sin parpadear ni un segundo.
¿Cómo llega un adolescente que descubrió su vocación religiosa un día de primavera a ser el papa Francisco (Darío Gandinetti)? Ese largo, duro y emocionante viaje de un jesuita que llega a ser arzobispo de Buenos Aires durante muchos años es lo que investiga una joven periodista española, después de conocer en el cónclave de 2005 a Jorge Mario Bergoglio.
La reportera está escribiendo un libro sobre el papa Francisco, que recorre la vida del padre Jorge en su permanente lucha contra la pobreza, la prostitución, la explotación laboral, la droga y la corrupción.