El peor escenario de esta produciendo en Estados Unidos. Joe Biden mantiene la calma y la serenidad. Pero se enfrenta a un escenario de dificultades cada vez más peligrosas. Donald Trump perdió las elecciones pero se niega a reconocerlo. Esta convirtiendo a Estados Unidos en el cliche de república bananera.
Su personalidad se ha transformado. Irrumpe ahora como un déspota, transfomando la Casa Blanca en un búnker y construyendo una realidad que no existe. Está destruyéndose a sí mismo, su marca y el trumpismo. Cuado acabe la pesadilla, el sector moderado del Partido Republicano romperá totalmente con él. Pero por el momento avanza la idea de que tendrá que entrar el Ejército en la Casa Blanca para apoyar al Servicio Secreto y sacar a Trump del Despacho Oval.
"La Administración del presidente Donald Trump está adoptando las características de un régimen tambaleante, con sus pruebas de lealtad, ataques desestabilizadores en la cadena de mando militar, una mentalidad de búnker cada vez más profunda y afirmaciones cada vez más delirantes de victoria política", destacó la información de la CNN.
Por su parte, el presidente electo, Joe Biden, ya ha cruzado el umbral necesario de 270 votos electorales, según las proyecciones de CNN y otros medios de comunicación importantes y tiene la posibilidad de igualar el total de 306 votos electorales de Trump en 2016 dadas sus ventajas en Georgia y Arizona.
Davey Alba, en The New York Times, destacó por su parte que Pam Bondi, exfiscal general de Florida, y Rudy Giuliani, el abogado personal del presidente Trump, están difundiendo el rumor de que Joe Biden no ganó en Pensilvania. Facebok, Twitter y YouTube están ante el desafío de su credibilidad como redes sociales de desactivar la campaña y el rumor falso.
Rudy Giuliani está arruinando su reputación al insistir en que existió un fraude en Pensilvaia. No se emitieron miles de votos en nombre de personas muertas en Míchigan ni en Pensilvania, según CNN y FactCheck.org
No hay evidencia tampoco de que miles de personas muertas votaran en las elecciones estadounidenses de 2020 en el condado de Wayne, Míchigan, según la verificación de datos de CNN y el Departamento de Estado de Míchigan.
Tampoco hay evidencia de que una cantidad sustancial de votos fueran emitidos de manera fraudulenta en nombre de personas fallecidas en Pensilvania, de acuerdo con FactCheck.org y The New York Times.
Estados Unidos está viviendo escenarios delirantes en las horas finales del trumpismo. Para Joe Biden y Kamala Harris es una batalla que les exige paciencia, contención, prudencia y serenidad. Una prueba y una última carrera de fondo que nunca imaginó el Partido Demócrata.
Volver
arriba
Comentarios
